Dicen que para salir campeón hay que ganarle a todos los rivales, y eso lo tiene claro Hermes Binner. Aunque no lo diga, el primer gobernador socialista de la República Argentina aspira a ser el próximo presidente, pero para ello, como diría Mostaza Merlo: hay que ir paso a paso. La primera fecha se jugará el 22 de mayo en Santa Fe dentro de su propio espacio, en la interna provincial que defina el candidato a gobernador por el Frente Progresista Cívico y Social. Binner apoya a uno de sus ministros, Antonio Bonfatti, y el rival es el presidente del Partido Socialista y senador nacional, Rubén Giustiniani. Bajo la premisa de continuar con el modelo, el actual gobernador pretende promover a su delfín para palpar la aprobación a su gestión, ya que en Santa Fe no existe la posibilidad de reelección.
Si gana Bonfatti, tal como indican las encuestas, Binner saldría fortalecido de cara a la segunda fecha: las primarias nacionales, abiertas, simultáneas y obligatorias del 14 de agosto, en donde tendrá que enfrentarse a Ricardo Alfonsín para ver quien lleva la bandera del Frente Progresista a las elecciones presidenciales. Escenario que se vislumbra posible teniendo en cuenta el peso de dos intendencias rosarinas y una gobernación provincial exitosa; frente al candidato del radicalismo que sólo cuenta con su experiencia como diputado nacional y un apellido con historia.
Superada las primarias se viene la fecha que todo el país espera: el 23 de octubre por las presidenciales; tal vez la más difícil camino a la Casa Rosada; ésta contienda no es contra el kirchnerismo sino contra el PRO de Mauricio Macri, a quien debe vencer para quedar segundo y esperar otros resultados: que Cristina Kirchner no llegue a los 45 puntos y sea menos de diez la diferencia, para así acceder a la gran final del 20 de noviembre: el Balotaje.
La estrategia del Frente Progresista es conformar un bloque fuerte con las principales provincias que juntas conforman el 70% del electorado: el Frente Progresista Cívico y Social de Santa Fe, el GEN de Margarita Stolbizer en Buenos Aires, el Partido Nuevo y Frente Cívico de Luis Juez en Córdoba y Proyecto Sur de Fernando “Pino” Solanas en Capital Federal. Desde el Frente creen que con esta estructura tienen grandes chances de vencer a Macri y llegar al Balotaje.
Para la gran final Binner saldría a la cancha con ventaja, ya que la disputa será entre kirchneristas y antikirchneristas: en este hipotético escenario el Frente Progresista acapararía los votos del macrismo y la Coalición Cívica. Además el oficialismo se quedaría sin su principal herramienta de cara al debate electoral: la confrontación política mediante el archivo periodístico que se nutre del pasado.
Como hizo Cristian U en Gran Hermano, Binner está decidido a someterse a la voluntad popular en todas sus instancias para salir fortalecido de ellas y así llegar a la gran final de la mano de los votantes y respaldado por todos sus ex contrincantes. Al igual que el Frente Amplio uruguayo, el socialismo pretende romper con la hegemonía bipartidista con propuestas de centroizquierda que lleguen, como en Uruguay, para quedarse.
@elrubinoCR2011
